En sesión apresurada la tarde del 17 de noviembre de 2009, el Congreso del Estado de Veracruz, por mayoría avasalladora de los partidos Acción Nacional –PAN- y Revolucionario Institucional –PRI- aprobaron una reforma a la Constitución del Estado para garantizar la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Es decir desde que el ovulo es fecundado por el espermatozoide hasta que el corazón deja de latir, con fuerza o sin ella. Esta decisión convierte al Estado en vigilante de los vientres femeninos, requiriéndose para su cumplimiento que el Estado mismo pueda enterarse cuándo un cigoto ha sido expulsado y por lo tanto deba, el Estado, infligir el castigo a la mujer de quien se trate y a los que le apoyen. Esta nueva legislación en Veracruz se ha promocionado como la defensa de la vida, prescindiendo de lo que la mujer piense y decida por si misma hacer con su vida y su cuerpo y su futuro.
Antiaborto
Tal decisión del Congreso veracruzano es cuestionable. No hubo en ningún momento atención a los grupos de mujeres, y algunos hombres, que expresamosdesacuerdo con esta nueva legislación cuando se supo por los medios que sería aprobada. No se escucharon opiniones y razones, sólo la consiga de votar para aprobar algo que se decidió en otros ámbitos. No se convocó a consulta alguna. No valieron argumentos para utilizar los instrumentos que posee la Constitución para consultar y someter a referéndum lo que es trascendente. Se negó en la práctica la democracia.
Eutanasia
En Veracruz se dice defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural por los legisladores locales del PRI. Que contraste con lo propuesto por representantes del mismo PRI en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para permitir la eutanasia, el término de la vida de una persona no de manera natural sino asistida. Dos visiones diametralmente diferentes, ya que en el segundo de los casos no se estaría respetando la muerte natural, que en el primero de los casos se acaba de legislar. Dos PRIs en un mismo país. Uno progresista que ya se extrañaba.
Pena de muerte
La derecha nacional, y la veracruzana no es la excepción, ha propuesto la pena de muerte para quienes cometen ciertos crímenes. Otro gran contraste en las propuestas y hacer de la derecha, por un lado dicen defender la vida hasta la muerte natural y por otra proponen la pena de muerte y si tuvieran una aliado legislativo lo llevarían a la ley. Que no lo tengan.
La defensa de la vida tiene que ser en principio de quienes son personas. Las mujeres tienen derecho a decidir sobre su vida y su futuro y éste no les debe ser negado en ninguna ley como lo han hecho la mayoría de los legisladores veracruzanos. Decidir sobre el aborto debe ser una cuestión que sólo incumbe a la mujer y en quien se apoye. El Estado no debiera intervenir en la situación de cigotos, tampoco tendría elementos científicos prácticos para hacerlo.
Tal vez el debate no se acabe nunca. En tanto, el Estado debe respetar la voluntad de quienes no deseen continuar con un embarazo incipiente. El Congreso podría rectificar sobre lo que ha aprobado. Todos tenemos el derecho a equivocarnos y rectificar. O el titular del Poder Ejecutivo a vetar esta nueva reforma constitucional.
Las mujeres no tienen porque padecer legislaciones que no responden a sus convicciones. Ellas tienen derecho a ser escuchadas y atendidas en sus legítimos reclamos. Así es la democracia.
Tortas para la porra de la derecha en el Congreso de Veracruz
La manifestación de la izquierda en el Congreso de Veracruz
Los votos antiaborto y la dignidad de dos legisladoras y cuatro legisladores en el Congreso de Veracruz
Y la protesta previa de las mujeres veracruzanas en el Congreso
A 10 Años de Seattle
Diez años han pasado dela gesta "globalifObica" desplegada en Seattle, ciudad moderna, elegida para la cumbre de la OMC. A continuaciOn el artIculo completo publicado en "La Jornada" de hoy sAbado 14 de Noviembre del 2009, en una traducciOn a la nota de Emir sader. ------------------------------------------------------------------------------------
A 10 años de Seattle Emir Sader* Pareció ser un rayo en el cielo azul aquel espectáculo sensacional en que se transformó lo que debería haber sido un show mediático más del Consenso de Washington, una nueva cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en una de las ciudades símbolo de la posmodernidad: Seattle.
La reunión no se pudo realizar, y se vio a los ministros correr por las calles para ver si conseguían regresar a sus hoteles –entre ellos Pedro Malán (ministro de Economía de Brasil), figurita en ese tipo de actos. En cuanto a la gente, convocada por Internet, no se sabía de dónde salía, pero ocupaba plazas, calles, hoteles, salas de junta, estaciones del metro, protagonizando la primera gran manifestación global contra el pensamiento único y el Consenso de Washington.
No era un rayo en el cielo azul para quienes habían constatado que entremezclado con la aparente pax neoliberal existían malestares que la globalización iba produciendo. Es cierto que los gobiernos que mejor la representaron y practicaron se relegían –Fernando Henrique Cardoso, Alberto Fujimori, Carlos Menem– después de que lo hicieran Reagan y Thatcher, continuados por Clinton y Blair. Pero al mismo tiempo se estaban agotando. Las crisis financieras –típicas del neoliberalismo– se extendían por América Latina, el sudeste asiático, Rusia.
Hugo Chávez había sido electo un año antes. La economía brasileña enfrentaba otra crisis, lo que llevó al gobierno de Cardoso a elevar la tasa de interés a 48 por ciento y empujar al país hacia una prolongada recesión. Existían señales claras de que la economía argentina se estaba aproximando a la explosión de una bomba de tiempo instalada por Menem con la paridad artificial entre el peso y el dólar. México se venía recuperando con dificultades de la crisis de 1994.
Desde que los zapatistas habían lanzado su grito contra la globalización neoliberal, en 1994, las acciones populares se fueron sucediendo, entre ellas las extraordinarias marchas de los Trabajadores sin Tierra en Brasil, mientras las luchas de los movimientos indígenas en Perú, Bolivia y Ecuador se extendían, anunciando nuevos ciclos de movilización como resistencia popular al neoliberalismo. Ignacio Ramonet había publicado su famoso editorial en Le Monde Diplomatique de Francia, convocando a la lucha contra el pensamiento único. ATTAC (1) surgía como un nuevo tipo de movimiento, de lucha por la fiscalización del capital financiero para promover políticas para la ciudadanía, con el lema “Lo esencial no tiene precio”.
Se inició, con Seattle, un nuevo ciclo de movilizaciones populares que, al enlazarse con el surgimiento del Foro Social Mundial, extendió sus acciones contra la OMC por Europa, Asia, América Latina, desembocando –en otra vertiente– en las mayores y ya conocidas manifestaciones contra la guerrra en Irak, en 2003.
Desde entonces, la lucha por la superación del neoliberalismo ganó nuevas formas, más avanzadas, pasando de la protesta y la resistencia a la derrota de los regímenes neoliberales y al inicio del ciclo actual –latinoamericano– de construcción de gobiernos posneoliberales. Para su victoria contribuyeron decisivamente las luchas de Seattle y aquellas que en el continente frenaron los procesos de privatización, como los movimientos indígenas y de ciudadanos en Bolivia y Ecuador.
Podemos decir que este renovado escenario es heredero de las luchas de resistencia de la década de 1990 y, en particular, de las espectaculares manifestaciones de Seattle, que marcaron el fin de la luna de miel neoliberal y el comienzo de la construcción de “otro mundo posible”, el del posneoliberalismo latinoamericano.
(1) Asociación por la Tasación de las Transacciones y por la Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC), fundada en Francia en 1998; exige la aplicación de un canon a las transacciones financieras internacionales para acotar la volatilidad de los mercados de capitales. El editorial de Ignacio Ramonet demandaba la aplicación de la tasa Tobin y la creación de un grupo en pro de la aplicación de la referida contribución (N. del T.).
Calderón Descubre el Hilo NegroNuevamente, poco hemos escrito ya de manera personal en este abandonado blog, hoy no es diferente, a pesar de tener muchas ideas, todas llegan a la misma repetida e innegable conclusión: el Estado se ha convertido en un aparato de apoyo a la oligarquía. "Ya lo era desde antes", clamarán muchos, y tristemente es cierto, pero nunca esa operación había pretendido ser disfrazada de la manera más burda e hipócrita que ahora, ni con resultados tan nefastos para un país que hace 25 años crecía más, paradójicamente, que después de aplicar las "tablas del neoliberalismo", de manera irresponsable (sin medir ni preveer descalabros como el del campo, antes proveedor de nuestros alimentos básicos, hoy un terreno abandonado u ocupado por la narcoagricultura), inequitativa (todo para los ricos, los demás que se rasquen con sus uñas), corrupta (primero los cuates, familiares y acreedores políticos, aiga sido como aiga sido) e ineficiente (tanto doctorado en economía en Harvard, asesores yuppies neoliberales, equipos de operación ligados al empresariado, para terminar llevando a México al sótano de Latinoamérica). Pero la verdad, como también sabemos, es la verdad, y siempre surge aunque se le trate de ocultar. Hoy sabemos que hubo fraude, cualquier intento de negarlo por los "creadores de opinión" (que no informadores) pagados por el sistema, siguiendo la línea de sus amos, y contrarios al interés público, es mera necedad. También sabemos que Calderón es un títere de la oligarquía, y también sabemos que el país funciona como un cacicazgo vertical, donde, parafraseando a AMLO, todos los intereses cuentan, menos los de la mayoría. AMLO ha puesto el dedo en la llaga al "destapar" cifras que se percibían en la vida real, sobretodo en lo económico: que los más ricos poco o nada pagan de impuestos. Las cifras son innegables, así que al usurpador no le ha quedado otra que aceptarlas y copiando de la manera más burda a AMLO (eso es "rebasar por la izquierda"?), lo declara la semana pasada, pero haciéndolo aparecer como "un gran descubrimiento" de su sexenio y sus "equipos de trabajo" (deberían de empezar por allí los recortes de personal). Este domingo, Ortíz Pinchetti en su columna "El despertar" habla de una manera más clara del asunto, así que lo transcribo íntegramente. Remato el post de hoy con el video de AMLO al respecto. ----------------------------------------------------------------------------------------------- "El Dedo en la LLaga" (José Agustín Ortíz Pinchetti, "La Jornada", domingo 1 de Noiembre del 2009) ¡Calderón imita a AMLO! Después de décadas, el gobierno descubre que los grandes consorcios no pagan impuestos, que los pagan los causantes cautivos, las pequeñas y medianas empresas y la gente pobre. Inesperadamente, repite casi palabra por palabra lo que dijo Andrés Manuel. Es inaceptable que haya grandes corporaciones que exigen al gobierno recortar gastos y apenas paguen, en promedio, 1.7 por ciento de impuestos”. Los “grandes consorcios”, como les llama Calderón, están irritados por su ingratitud. ¿No fueron ellos quienes lo llevaron a la Presidencia de la República mediante un fraude? ¿No son ellos quienes lo sostienen? Calderón, a querer o no, ha puesto el dedo en la llaga. Pero, ¿por qué hasta hoy? Podría ser porque ni él ni Agustín Carstens, ni sus equipos, han entendido la magnitud del problema. Todo esto hablaría de una ineptitud atroz. ¿Quién puede creer que no sabían que Roberto Hernández había evadido 3 mil millones en impuestos por la venta de acciones de Banamex? ¿Qué no habrán leído los informes del auditor mayor de la Federación, quien hablaba de 500 mil millones de pesos de elusión? ¿Qué no conocen las críticas del FMI, el BM y docenas de expertos sobre la situación de México? Otra alternativa: se trata de una declaración demagógica. Intentan transferir los costos políticos de los nuevos impuestos a entes abstractos, consorcios de los cuales no hay cifras ni nombres ni se describen sus mecanismos de evasión. Si es así, ¿desaparecerán las pequeñas reformas que se iban a hacer al régimen de consolidación? Calderón, quien es de mecha corta, se enfureció por la reacción de los magnates, quienes encontraron un formidable aliado en Manlio Fabio Beltrones, quien bloqueó la reforma que los afectaba. Como sea, Calderón está atrapado. La gente está despertando. Nos damos cuenta que el país lleva 27 años sin crecer, que vienen años peores. No saldremos mientras la economía esté atrapada por grupos de interés, cuyos monopolios la asfixian. Esas revelaciones refuerzan la posición de AMLO, quien ha sostenido que sólo podremos salir de las dificultades financieras si se reduce el gasto corriente en 100 mil millones de pesos, si se obliga a pagar impuestos a los más ricos, quienes eluden 400 mil millones. -----------------------------------------------------------------------------------------------