Día Mundial de la Alimentación
Ayer fue el Día Mundial de la Alimentación. La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organismo de la ONU, fue fundada el 16 de octubre de 1945. Desde 1981, cada 16 de octubre es señalado como Día Mundial de la Alimentación.
A 61 años de fundada, las cifras revelan:
- 850 millones de personas padecen hambre en el mundo.
- En América Latina y el Caribe hay 52 millones de personas subnutridas.
- 7% de los niños menores de 5 años sufre desnutrición crónica.
- Cada siete segundos, un niño menor de diez años muere como consecuencia directa o indirecta del hambre.
- El Imperio también tiene sus cifras negras: hay 30 millones de personas desnutridas.
- El planeta Tierra tiene capacidad suficiente para proporcionar una dieta de 2,700 calorías diarias a 12.000 millones de personas.
Para el 2015 la FAO se propone reducir a la mitad el hambre en el mundo.
El lema para este año es:
Invertir en la Agricultura para la Seguridad Alimentaria, beneficio para todo el mundo.
La
seguridad alimentaria Se define como el acceso de todas las personas y en todo momento a alimentos sanos, inocuos, en cantidad suficiente para llevar una vida activa y normal.
La seguridad alimentaria tiene tres pilares:
Disponibilidad
Accesibilidad
Utilización de los alimentos
El director general de la FAO, Jacques Diouf, señaló hoy, en el Día Mundial de la Alimentación, que para lograr la meta de reducir a la mitad el hambre del mundo en 2015 es necesario
elevar la inversión pública en la agricultura y hacerla más eficiente.No se trata de salir a regalar panes. Se trata de responsabilizarnos para remover los obstáculos creados por las grandes corporaciones, las políticas gubernamentales, el Banco Mundial, el FMI. Se trata de impedir la colonización y despojo, las guerras, el capitalismo salvaje, entre otras cosas, causas del hambre en el mundo.
No se trata de decir:
son pobres porque quieren,
son pasivos. Ja! si fueran pasivos muy pocos podrían sobrevivir. Hay millones en el mundo, a los que la simple supervivencia supone un enorme esfuerzo. No, no hay tal pasividad. Los pasivos somos nosotros, los que tenemos pan para llevarnos a la boca, los que a veces tiramos la comida, los que no sabemos nutrirnos adecuadamente, los que callamos, los que no hacemos nada.
Se trata de luchar desde otras perspectivas, como este Programa:
http://www.feedingminds.org/inicio.htmGaleano dice:
"En la escritura antigua de los nativos del río Yukon, se usa el mismo signo para decir palabra y para decir hambre. Pero hay palabras que no nacen del hambre de decir, sino de la necesidad de mentir o de las ganas de joder la paciencia. Quizá por eso el hambre de decir prefiere, a veces, comer callando. (La Jornada. 24 de marzo del 2002)"
Esta vez
me quedo con hambre:
No se trata de reducir el hambre. ¡Hay que acabar con ella!"Cada víctima del hambre supone un asesinato (Jean Ziegle, ONU)"