México en el 2030
Pensar, imaginarse cómo debe y puede ser el país en el año 2030 es un ejercicio que requiere de la participación de todos los actores, políticos, económicos, intelectuales, académicos, representantes de la sociedad mexicana y de todos los ciudadanos que quieran hacerlo.
Nuestro país es multicultural, pluriétnico, plural en lo político. Su economía es contrastante, muy pocos concentrando grandes riquezas y muchos millones en la pobreza. Es éste el problema más grave de México, la pobreza y la desigualdad.
México en el año 2030 puede ser un país que:
Brinde oportunidades a todos para tener una vida digna, confortable. Donde los que ahora son niños encuentren la posibilidad para su desarrollo profesional y personal, sin necesidad de tener que emigrar, y los que ya son jóvenes y adultos puedan mejorar sus condiciones de vida. Donde los niños que nazcan tengan asegurada una vida digna y confortable.
Permita la convivencia armónica. Donde los problemas sociales sean mínimos, se discutan y analicen para encontrar consensos. Que la política sea instrumento de solución de los problemas y no factor de discordia. Que prevalezca la concordia.
Conserva sus recursos naturales, utilizando los necesarios para el desarrollo de manera sustentable. Se respeten y regeneren los bosques, los cuerpos de agua, la fauna y toda la biodiversidad, se detenga la tendencia a la desertificación de algunas áreas.
Todo esto y más puede ser México.
Y ¿cómo lo logramos?
Una prioridad es el ingreso de millones de familias. Para ello se requiere de inversión productiva. En el campo para producir los alimentos indispensables y que los campesinos reciban el pago suficiente por su trabajo o sus productos. En la industria para la conversión de los productos que ahora se exportan, como el petróleo.
Lo principal a resolver es la educación. Que todos los niños y jóvenes tengan la oportunidad de tener acceso a las escuelas públicas. Que éstas otorguen una educación de calidad. Que los mentores sean calificados y que sus remuneraciones les permitan una vida digna. La educación debe estar en el centro de nuestras preocupaciones y ocupaciones. Deben revisarse y adecuarse las estructuras que gestionan la educación. Mejorarse y mantenerse los planteles educativos. Poner los programas y métodos al día.
Se cuenta con recursos en el subsuelo. La empresa petrolera estatal debe tener autonomía de gestión para mejorarla. Que produzca refinados y petroquímicos y no sólo extraiga el crudo para exportarlo. Debe ser ésta una de las palancas del desarrollo.
La producción de otros energéticos debe hacerse cada vez más con nuevas fuentes, como la eoloelectricidad, el aprovechamiento del sol y combustibles de origen vegetal, como el etanol. Las empresas eléctricas del estado, también deben ser dotadas de autonomía de gestión, con un compromiso: proveer a los mexicanos de energía suficiente, con parámetros de calidad de nivel internacional, precios competitivos en relación con los de las economías desarrolladas, con transparencia y rendición de cuentas.
Se requiere de una reforma fiscal para que todos contribuyan al financiamiento del gobierno y sus programas. Evitar la evasión. Esto es prioritario, ya que el gobierno depende actualmente en más del cuarenta por ciento de la renta energética.
Podemos hacer más de lo dicho en los párrafos anteriores, requiere de la voluntad de muchos.
Pensar el futuro de México y cómo lograrlo, no sólo debe ser un ejercicio mental, debe ser un compromiso que debemos tomar. Pensar, decir, consensuar y hacer, para tener el país que queremos.
Ciudadanos en espera para votar el 2 de julio de 2006.