La cultura en Oaxaca
Oaxaca conserva culturas milenarias. Esas culturas se manifiestan en las lenguas indígenas que se hablan en las étnias que habitan su montañoso territorio, en la organización comunitaria, el trabajo solidario de unos a otros, de lo que deriva la guelaguetza, y en el trabajo para la comunidad –el tequio-.
Ahí están las ciudades zapotecas y mixtecas de las que destacan Monte Albán y Mitla. También hay ruinas de ciudades prehispánicas en Zaachila, Dainzú, El Mogote y más.
La manufactura de textiles con pigmentos naturales de fibras como la lana y el algodón tienen rasgos de lo que hacían los antiguos pobladores de esas tierras. También en los tejidos de materiales vegetales como la palma, el ixtle, el carrizo y otras fibras. La policromía es algo que distingue los objetos artesanales. La cerámica que utiliza las arcillas para la manufactura de vasijas de color negro y terroso. Todo ello fue conservado y mejorado asimilando las técnicas traídas de Europa por los conquistadores.
Mitla es el contraste de la arquitectura zapoteca y la traída de España. La iglesia cristiana –católica- insertada en el conjunto de edificios decorados con grecas y columnas es la expresión de dos culturas diferentes, encontradas.
La pericia de los zapotecas y mixtecas en el labrado de la cantera facilitó la construcción de las casonas y edificios coloniales que forman, alineados, la ciudad de Oaxaca de Juárez. La expresión de la época virreinal de México está presente allí, en esas construcciones. En el interior de los templos, los retablos y el oro en sus altares.
La ciudad es conservada y restaurada. Ese mérito es de todos los oaxaqueños, de los dueños de las casonas, de los arquitectos, pero sobre todo de los artesanos, de los que han labrado la piedra y forjado los hierros, laminado y formado el oro, tallado la madera, pintado, también de los defensores del patrimonio histórico que han perseverado para que los recintos públicos sean restaurados y utilizados para difundir la cultura, para preservarla.
En ese contexto se ha podido desarrollar un ambiente que permite la creación de arte. Por ello en Oaxaca de concentran pintores nacidos allá y llegados de otros lugares de México y del mundo, para desarrollar su arte. La pintura es una de las manifestaciones más desarrolladas por artistas oaxaqueños, cuentan con museos y galerías para mostrar sus obras. Algunos de ellos cuentan con sus estudios en sus casas. Van a otros lugares del mundo para aprender y vuelven.
Por estos inéditos días, Oaxaca está convulsa. Los artistas están allí, son ellos los que crean otra noción de esa tierra. Están viviendo con los demás habitantes una de las temporadas más difíciles. Seguramente están creando, están registrando en sus lienzos, como lo hiciera Picasso con Guernica.
En Oaxaca sigue estando presente la cultura.
Etiquetas: Oaxaca