Elección del Congreso de Oaxaca
La LIX Legislatura del estado de Oaxaca, dominada por el Partido Revolucionario Institucional –PRI- contando con el aval de los otros partidos representados en el Congreso de Oaxaca aprobó, el 28 de septiembre de 2006, una reforma electoral, mediante la cual los propios diputados se prorrogaban, junto con los presidentes municipales, un año más el mandato. Además se tomaban la atribución de nombrar a un gobernador interino, por 2 años, en 2010, con el argumento de hacer coincidir las fechas de las elecciones locales y las federales. Con esta reforma los oaxaqueños podrían elegir al siguiente gobernador hasta el año 2012. Esta reforma fue impugnada ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación –SCJN-.
Ayer, el pleno de la SCJN invalidó los artículos del decreto del Congreso de Oaxaca que prorrogarían inconstitucionalmente el mandato de los legisladores oaxaqueños por un año más y también la posibilidad de nombrar un gobernador interino al terminar el periodo del actual. Además, la Corte ordenó a las autoridades de Oaxaca realizar los comicios para elegir en agosto de este año a los diputados de la LX Legislatura, y se entiende que también a los presidentes municipales, como estaba previsto en la ley electoral que se pretendió modificar violando la Constitución.
La actuación del Congreso de Oaxaca, sumiso al poder ejecutivo de esa entidad, pretendió pasar una ley que impediría a los ciudadanos de Oaxaca ejercer su derecho de votar en este año para elegir presidentes municipales y diputados para renovar el Congreso. Se pretendió nombrar a un titular del poder ejecutivo sin la participación de los ciudadanos.
La Corte ha cumplido, en este caso, con su función de ser garante de la vigencia de la Constitución, devolviendo así a los ciudadanos oaxaqueños la posibilidad de ejercer su derecho al voto para elegir una nueva Legislatura y presidentes municipales este año.
La elección de diputados locales en Oaxaca, en agosto de este año, será la siguiente prueba del movimiento ciudadano para enfrentar al PRI, que mantiene todavía el dominio de los poderes locales. Una elección libre de los nuevos integrantes del Congreso local será una forma de volver a la institucionalidad. Ese Congreso renovado tendrá la obligación de analizar, discutir y acordar las reformas legales que se requieren para que en Oaxaca se pueda transitar hacia el progreso por la vía democrática. Que sean los ciudadanos de esa Entidad quienes con su voto marquen el nuevo rumbo que se necesita. Ese Congreso debe quedar libre e independiente del ejecutivo y llamarlo a cuentas e inclusive retirar al actual titular y designar un interino que responda a las necesidades de la sociedad. Quizá sea la única forma de empezar a resolver los ancestrales y muy graves problemas de ese Estado, ya que la mayoría de los senadores del Congreso de la Unión han negado a los oaxaqueños el retiro del titular del ejecutivo actual, repudiado por la ciudadanía.
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