Gelaguetza o guerraguetza en Oaxaca
Desde lo años treinta del siglo XX, a las once de la mañana del tercer lunes de julio de cada año y hasta el 2005, en el Cerro del Fortín un locutor anunciaba el inicio de la Guelguetza, que Oaxaca ofrecía a México y al Mundo. La fiesta popular devino en un foro donde se presentaban los políticos invitados por el gobernador. El año pasado la fiesta fue suspendida por las protestas de los oaxaqueños contra el gobernador, de quien demandan su salida y él se resiste. El conflicto que enfrenta a los oaxaqueños aglutinados en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca –APPO- y los maestros de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación con el gobernador lleva ya quince meses, han sido asesinadas 26 personas, han sido detenidos cientos de manifestantes, algunos de ellos permanecen encarcelados en penales de Oaxaca y del Altiplano. Ningún crimen ha sido investigado, no hay ningún detenido por los asesinatos. El conflicto ha tomado nuevamente intensidad al llegar el mes de julio. Las organizaciones de la APPO realizaron el tercer lunes de julio de este año una Guelaguetza Popular, alterna a la que organiza el gobierno del Estado, después de esa fiesta realizaron una protesta y fueron reprimidos por la policía, nuevamente hay decenas de lesionados y detenidos. Sigue el conflicto.
Hoy está anunciada la Guelaguetza por el gobierno del Estado de Oaxaca. Los opositores al gobernador han dicho que bloquearan el evento. Con esta situación todos pierden. Pierden los prestadores de servicios turísticos, hoteleros, restauranteros y transportistas. Pierden los artesanos la oportunidad de vender a los turistas sus artesanías. La fiesta que fue popular, luego cooptada por el poder, ahora es el centro de la disputa. Tal parece que si el evento sucede ganaría el gobernador, si no sucede ganarían los opositores. Todos ya perdieron.
Ante el conflicto, nuevamente como el año pasado, el gobierno federal ha dicho que es un conflicto del Estado, sin embargo envía a la tropa para apoyar la vigilancia de la ciudad de Oaxaca y sus accesos carreteros. El Senado de la República, que el año pasado no declaró la desaparición de poderes en la Entidad para iniciar la solución del conflicto, en esta ocasión no ha dicho ni hecho nada. Otra vez se pretende dejar que el conflicto crezca.
Hoy será un día clave en Oaxaca. La violencia que se ve venir debe ser evitada. Los opositores en sus protestas no deben hacer actos de provocación a la policía para no ser reprimidos. Deben mostrar la cordura suficiente y no chocar con la policía o con la tropa. Oaxaca ya no necesita más ciudadanos en la cárcel o peor aún muertos. Debe evitarse la violencia.
El Congreso de la Unión debe intervenir para iniciar la solución del conflicto. El gobierno federal y el del Estado deben informar que han hecho para atender las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. La Suprema Corte de Justicia de la Nación debe iniciar la investigación que sus ministros aprobaron realizar en Oaxaca. No debe haber más impunidad.
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