Navidad, ReligiOnHoy, dadas las fechas decembrinas, dejo para la reflexiOn dos textos publicados por la organizaciOn ATTAC. Felicidades.---------------------------------------------------------------------------------------------------------
LA NAVIDAD CRISTIANA Y LA NAVIDAD CONSUMISTA Arnaldo Zenteno S.J. (Comunidades Eclesiales de Base (CEB) de Nicaragua)
En contraste con las Niñas y Niños que en la carretera de Masaya(Nicaragua) están en los semáforos pidiendo reales hasta las 10 u 11 dela noche, están todas las luces de los grandes hoteles y restoranes delujo. Vivimos dentro del torbellino comercial de las compras y máscompras, de los regalos y más regalos. Es el torbellino Consumista quetiene su dios y sus ídolos: Santa Claus y el dinero. Tiene tambié susSantuarios: los grandes centros comerciales. Y todo esto en nombre o conel pretexto de la Navidad. Esta navidad comercial es buena noticia paralos que tienen dinero, para los comerciantes, para los que recibencostosos regalos, para los Medios de Comunicación que rebosan deanuncios y más anuncios muy bien pagados.Bueno de esa Mesa rica también caen algunas migajas - como caían de lamesa del Epulón que critica el Evangelio. Migajas para los pequeñoscomerciantes, para los taxistas que hacen su agosto en diciembre, y paralas Niñas y Niños pobres que reciben como gran cosa, un juguetito. Sinduda hay sus excepciones, hay gente que tiene dinero, que son justos ensu trabajo y pago de salarios, y que comparte con buena voluntad unosregalos para las Niñas y Niños desamparados. También hay gente de clasemedia y gente pobre que comparte con los más pobres. Hay excepciones,pero en general el torbellino comercial y la competencia de regalos,nada tiene que ver con la Navidad Cristiana.Veamos algunos contrastes o mejor dicho contradicciones.Jesús es la Buena Noticia de Dios para los Pobres a los que se anunciala gran alegría del Nacimiento del Salvador. La navidad comercial esbuena noticia para los ricos que ponen su salvación en el dinero y enel poder. No es buena noticia para los pobres. En la Navidad Cristianael primer anuncio es a los Pastores Pobres. En la Navidad Comercial elprimer y principal anuncio es para los que tienen dinero.Jesús nace pobre y entre los pobres rodeado del amor y cariño de María yJosé. Jesús al nacer no tiene casa. En la navidad comercial, el quenace, renace y se multiplica es el dinero para comprar y gastar enregalos, grandes cenas, grandes paseos.Jesús es la Buena Noticia de Dios para la Humanidad y especialmente paralos Pobres y Oprimidos. La navidad comercial puede tener imágenes deJesús en sus centros comerciales, pero su dios es Santa Claus con surisa hueca.En el centro de la Navidad Cristiana están la Justicia, el Consuelo deDios y la verdadera Paz. En el centro está Jesús.En la navidad comercial y en el desenfreno consumista, no está Jesús enel Centro. Y en ese mundo domina, campea la injusticia. El consuelo queofrece al pueblo es propaganda comercial, el que los pobres puedan verlos aparadores o se frustren más por no poder comprar buenos regalos. Elconsuelo del mundo neoliberal son palabras, palabrería: nos irá mejorcon el TLC. La felicidad está en los buenos regalos. Y también están laspromesas politiqueras de que nuestra Nicaragua será mejor cuando ellosgobiernos y se satisfarán las necesidades y sueños del pueblo. ¿Cuántospolíticos electores, son Santa Claus con otro disfraz?Y la Paz ¿ cómo puede haber Paz sin justicia? Para Bush, como antes paraReagan y mucho más antes, para los conquistadores y todavía más antes,para el imperio romano que dominaba en tiempo de Jesús, la paz, su pazes impuesta por la guerra. La paz es la sujeción, el dominio y todo elpoder.La Paz que trae Jesús a todas las Mujeres y Hombres de buena voluntad,es la paz de la verdadera fraternidad, de una vida humana íntegra. Es lapaz fruto de la Justicia y del Amor. Es la Paz en que se respeta a losmás pobres y oprimidos y en la que tienen un lugar especial los Niños yNiñas hoy tan abandonados.Jesús mismo fue emigrante, con María y José. Y cómo celebran la Navidadtantos Nicas emigrantes en Costa Rica o rumbo a Estados Unidos.La Navidad es recibir a Jesús con su vida, su mensaje con su clamor porla Justicia y su Mandamiento del Amor. Y esta Navidad, está ocultada ycomo dice Don Pedro Casaldáliga: Santa Claus se ha robado del pesebre aJesús. Sí se lo ha robado de muchos corazones, y en su lugar ha puestoal dios dinero, al consumismo. Y en lugar del sueño de Jesús, el Reinode Dios, una vida más humana y más justa, en su lugar está el comprar ycomprar, tener y tener más. En lugar de la fiesta cristiana, de laalegría en Jesús, la fiesta se mide por la abundancia de comidas, debebidas y regalos. Y allí ¿ dónde quedó Jesús? ¿Cómo lo haremos presenteen verdad en esta Navidad? ¿Cómo contribuimos a que sea Buena Noticiapara los Pobres?
LA RELIGIÓN, ¿ASUNTO PÚBLICO O PRIVADO? José M. Castillo (Teólogo)
Desde que en el mundo hay religiones, jamás el hecho religioso ha sidoun asunto estrictamente privado. La historia así lo demuestra. Ycualquier manual de sociología de la religión lo explica con argumentosserios y abundantes.Lo que pasa es que desde la segunda mitad del s. XVIII, con motivo de laIlustración, la Revolución y las convulsiones políticas y sociales quedespués se han sucedido hasta hoy, no resulta fácil hablar con precisiónde “lo público” y “lo privado” en lo que se refiere a la religión y supresencia en la sociedad moderna. Y más cuando se ponen a hablar de esteasunto los ciudadanos de un Estado no confesional y en una cultura quees cada día más laica y más plural. ¿Qué decir de todo esto?Es evidente que las creencias religiosas son asunto de conciencia. Enese sentido, la religión pertenece a lo estrictamente privado. Además,las creencias religiosas se refieren a Dios, es decir, a algo que no esde “este mundo”. En esto se basan los que defienden la privacidad de lareligión. Si los que defienden tal privacidad, lo que en realidadquieren defender es que efectivamente la religión se mantenga en suámbito propio, que es la conciencia, y en su relación auténtica con elDios que trasciende las cosas de “este mundo”, en ese supuesto creo quedebemos estar de acuerdo con quienes piensan que la religión es asuntoprivado.Pero ocurre (y siempre ha ocurrido) que los creyentes suelen manifestarsus creencias públicamente. En parte porque muchos sentimientos privadostienden a expresarse en público. Esto pasa con los creyentes, losenamorados, los aficionados, los apasionados con lo que sea y en lo quesea. En el caso de la religión sucede además que los creyentes no suelenmantener sus creencias aisladas, sino que suelen organizarse eninstituciones públicas, con sus dirigentes y sus consiguientesintereses. Porque, como es bien sabido, Dios “no es evidente”, pero estádemostrado que “es bastante útil”. Es útil para dar esperanza y sentidoa la vida de la gente. Pero también lo es para legitimar el poder de losque representan a la divinidad. Quienes detentan semejanterepresentación, mandan en nombre de Dios, cosa que impresiona mucho. Poreso el “argumento-Dios” es eficaz para someter a la gente, conseguirprivilegios, sacar dinero, meter miedo, alcanzar cargos, y tantas otrascosas.Ahora bien, desde el momento en que ocurre esto, la confusión estáservida. Porque es humano y comprensible que la institución religiosa,sus mandatarios y creyentes tiendan a arrimarse al sol que más calienta.Cuando había monarcas absolutos, las religiones procuraban mantener conellos las mejores relaciones posibles. Y cuando los monarcas absolutosdejaron de serlo y empezaron a ser monarcas constitucionales, las gentesreligiosas ya no encontraron su mejor cobijo en la monarquía, sino en laderecha política.Así, la religión aseguraba sus intereses. Y la derecha los suyos. Y asítambién se organizó la gran confusión. Porque a partir de entoncesresulta extremadamente complicado saber si los defensores de la religióndefienden a Dios o lo que en realidad defienden son los intereses de laderecha política. Se comprende que haya quienes pretenden que lareligión se esté quieta, en la intimidad de las conciencias y en elsecreto de las sacristías. ¿Es ésa la mejor solución? Los cristianostenemos el ejemplo de Jesús.Este judío singular vivió en un país dominado por la gran potencia deaquel tiempo, el Imperio romano. Sin embargo, si nos atenemos a lo quedicen los evangelios, Jesús no denunció la tiranía de Pilatos ni ladesvergüenza de Herodes. ¿Quiere decir esto que Jesús fue cobarde o sehizo cómplice de aquella situación? Jesús fue derecho al fondo delproblema. No pretendió derrocar a un poder para poner a otro. Ni aduló alos romanos ni se puso de parte de los revolucionarios.No necesitaba ni de unos ni de otros. Como tampoco necesitó templo. Nifuncionarios del templo. Ni dinero para costear el templo y a susfuncionarios. Por eso fue tan soberanamente libre, ante todos lospoderes, para aliviar el sufrimiento de enfermos, pobres, pecadores,extranjeros y excluidos. Y para hacer más felices a todos los sereshumanos. Jesús vio claramente que para organizar y sostener unareligión no tenía más remedio que aliarse con los poderes de este mundo,los que estuvieran más dispuestos a ayudarle. Pero cuando lo que sepretende es estar cerca de los últimos de este mundo, la cercanía alpoder, aunque parezca el poder más religioso, es un estorbo. Porque elpoder, antes o después, pasa factura. Con lo que bien puede ocurrir quela religión termine sirviendo más al poder que a los que sufren.Mal futuro tienen las religiones y sus obispos, imanes y mandarines si,para dar sentido a la vida de la gente y aliviar sus penas, se empeñanen seguir apegadas a poderes políticos y económicos. Por ese camino hanpodido engañar a la gente durante siglos. Ya no es posible seguir porahí. Por una razón que no nos atrevemos a aceptar. Dios no puede estarde acuerdo con lo que divide y enfrenta, con lo que deshumaniza y generadolor. Dios sólo puede estar en aquello en lo que todos los humanoscoincidimos. Por eso el Dios de Jesús se despojó de su rango, renunció atodo poder y a toda dignidad. Y se hizo como uno de tantos (Fil 2, 7),fundido con el dolor de los más desgraciados (Mt 25, 31-46).Sólo si la religión echa por ese camino quedará claro qué es “lopúblico” y “lo privado” de la religión. En cualquier caso, lo que noadmite duda es que por el camino, que han emprendido nuestros obispos,la confusión será cada día más grande. Y mayor aún la fractura entre losciudadanos. El peor servicio que la religión puede hacernos a todos.
¶ 9:30 a.m.
Comentarios:
Qué atinados artículos para estas fechas. Me emociona encontrar una cita de Casaldáliga. La opción es y seguirá siendo la de los pobres. "Contra el neoliberalismo la siempre nueva liberación". ¡Felices fiestas a todos los participantes de Por Pares!