La primera década del siglo XXI
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El último mes del siglo XX inició el gobierno de Vicente Fox, con la aceptación de una mayoría absoluta, aún cuando él llegó a la presidencia de la república electo por una mayoría relativa, conformada ésta por convencidos votantes del Partido Acción Nacional -PAN, ciudadanos hartos de la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional –PRI- porque ya llevaba, junto con sus antecesores históricos: el Partido Nacional Revolucionario y el Partido de la Revolución Mexicana 71 años en el poder nacional y en muchas áreas el atraso era evidente, y no pocos ilusionados con la posibilidad de cambio emitieron su voto llamándolo útil.
Ha transcurrido la primera década del siglo XXI. Los primeros seis años en el gobierno nacional con Vicente Fox y los últimos cuatro con Felipe Calderón, ambos del PAN. Y todo está peor que al inicio de la década. No hubo cambio. La incipiente democracia de finales del siglo XX fue traicionada por Vicente Fox desde la presidencia, dando lugar a la llegada de su sucesor en el poder ejecutivo de manera ilegitima y por la puerta de atrás.
El crecimiento del producto interno bruto nacional en la primera década del siglo XXI sólo es de 1.18%, el menor promedio en los últimos 80 años. Contrastando con la última década de gobiernos del PRI –cuatro años de Carlos Salinas y seis de Ernesto Zedillo- el crecimiento fue de 3.4%. En ambos casos el crecimiento de la economía nacional está muy por debajo de lo que se ha requerido y se requiere en el país.
Algunos analistas han identificado al Congreso como el responsable de que no se tenga avance. Han llamado a los dirigentes de los grupos políticos de los partidos como la “generación del no”.
Uno de los legisladores actuales, Ricardo Ahued, diputado federal del distrito donde resido, quien fue postulado por el PRI, declaró –La Jornada Veracruz, 10 de enero de 2011-.
“Lamentablemente podemos decir que hoy en día el Congreso de la Unión está sitiado por los principales grupos económicos que dominan al país, por lo que estamos hablando de que en México existe una oligarquía” “Mientras se legisle afuera y sean los poderes extraparlamentarios los que manden al interior del parlamento, tendremos poco que hacer los diputados que formamos parte de esta soberanía. Hay una intromisión desde afuera del Congreso para que se legisle y se protejan los poderes oligárquicos y algunos fácticos. Ésos son los que están legislando en el país y eso es lamentable”. El diputado previamente fue presidente municipal de Xalapa, teniendo como antecedente ser uno de los comerciantes más prósperos de la ciudad y haber presidido la Cámara de Comercio. Y se queja de que manda la oligarquía.
Ya está comprobado que el PAN en el poder ha empeorado lo que se pensaba no podía estar peor en el año 2000. Y lo lograron. Ahora los medios de mayor influencia entre los mexicanos, electrónicos e impresos, ya manejan la versión de un regreso del PRI al poder presidencial. Como si no tuviésemos memoria. Las dos últimas décadas, la del fin del siglo XX y la de inicio del siglo XXI nos han mostrado que los gobiernos emanados por el PRI y el PAN no tienen la capacidad de gobernar para que el país prospere y la mayoría de los mexicanos tenga oportunidades para una vida en la que encuentre satisfactores a sus necesidades de alimentación, educación, vivienda y acceso a la cultura de manera digna. Quedaba la migración al vecino país del norte como una alternativa que siguieron millones de compatriotas. Ahora esa vía de escape de la realidad nacional se empieza a cancelar por las severas medidas contra los migrantes en EE UU.
La solución, la salida, a los grandes problemas nacionales tiene que darse con una gestión gubernamental que conozca los reales problemas de la gente común, la de a pie. Tal solución no llegará sola. Es necesaria la organización, la identificación de los problemas, el análisis y discusión de las formas de resolverlos.
Ante la evidencia de la incapacidad de la derecha priísta y panista para que México avance y sus ciudadanos con él, la izquierda tiene ante si el gran reto de hacerlo. Una primera plataforma puede ser el Proyecto Alternativo de Nación que elaboraron y propusieron para discusión un grupo de intelectuales y académicos del Movimiento por la Defensa de la Economía Popular, el Petróleo y la Soberanía. Pensar, analizar y discutir cómo queremos que sea el país en el futuro inmediato. ¿Qué queremos en la segunda década del siglo XXI y subsecuentes? Y seguir trabajando para lograrlo.
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