Posicionamiento de Morena en Consejo Local del IFE Veracruz
Intervención de Ivonne Cisneros Luján en representación del
Movimiento Regeneración Nacional -Morena-
a través del Partido del Trabajo en la
sesión de instalación del Consejo Local del Instituto Federal Electoral
en el Estado de Veracruz para el proceso electoral 2011 - 2012.
Estamos aquí para hacer valer la democracia
El surgimiento del Instituto Federal Electoral (IFE) ha sido una conquista del pueblo de México a favor de la democratización del país. El IFE materializó la exigencia de que la organización de las elecciones dejara de estar en manos del gobierno y pasara a ser un órgano ciudadano. El IFE tenía el mandato de garantizar los derechos políticos y electorales de los mexicanos y dar certidumbre y legitimidad a la elección de autoridades.
No podemos olvidar que el IFE se crea después del fraude electoral de 1988, que encumbro a Carlos Salinas de Gortari y de la rebelión indígena de Chiapas, que puso en cuestión al sistema político en su conjunto.
Las elecciones de 1997, las primeras organizadas por el nuevo IFE, representaron un avance para la democracia en México. El partido en el gobierno perdía por primera vez la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados.
En el año 2000 se consumó la primera alternancia en el poder ejecutivo federal. Entonces se pensó que iniciaba la transición democrática en México. Pero esto no ocurrió así.
Vicente Fox y el PAN traicionaron sus promesas y compromisos democráticos. Ya en el gobierno, los panistas pactaron garantizar la impunidad de los priistas y la continuidad del viejo régimen político. Así, la alternancia del poder no significó en los hechos una verdadera transición democrática para México sino la restauración del viejo régimen mediante la concertacesión entre el PRI y el PAN. Así, se perdió la oportunidad de un cambio democrático verdadero.
De esta manera, en 2003, por presiones del PAN y del PRI, el IFE se partidizó, perdió su carácter ciudadano. Ambos partidos en el Congreso impusieron como consejeros del IFE a personajes que respondieran a sus intereses abonando a que el IFE perdiera el carácter ciudadano que la nación entera le había conferido.
El fraude electoral en las elecciones presidenciales de 2006 y la crisis política que generó, confirmaron que el IFE perdió ese carácter ciudadano y ha sido subordinado a los intereses de la minoría que se ha mantenido en el poder a través del control que ejerce de las instituciones políticas.
El fraude electoral de 2006 provocó una crisis de legitimidad del poder público que aún perdura. El IFE más cuestionado que nunca, no pudo garantizar el respeto al voto ciudadano, por el contrario, permitió las maniobras que distorsionaron el resultado y la imposición de un gobierno que no ganó la elección. El fraude de 2006 representó un golpe a las aspiraciones democráticas del pueblo mexicano.
La autoridad electoral ni siquiera admitió la posibilidad de recontar los votos frente a las evidencias del fraude electoral, y devolverle de esa manera, la legitimidad que requiere el poder público. Así se impidió la restauración de la confianza en el IFE y la consolidación de la vida democrática, lo que hubiera permitido que el nuevo gobierno tuviera toda la legitimidad para gobernar.
Ni el IFE ni el Tribunal Electoral, cumplieron el mandato constitucional de otorgar certeza a los procesos electorales, de defender el voto mismo. La proclamación del triunfo de un candidato, cuya legalidad y legitimidad ha sido cuestionada por amplios sectores de la población fue una afrenta a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del marco jurídico de las instituciones electorales del país.
De esta manera, se cortaron de tajo los avances democráticos institucionales y eso que se llama transición democrática es la coartada que oculta que en México no hay democracia verdadera, sino una democracia simulada, bajo el control de los poderes fácticos, de la oligarquía que gobierna al país en su propio beneficio, que controla a la mayoría de los partidos políticos, que usa dinero ilegal en las campañas y se sostiene con la manipulación de los principales medios de comunicación.
Partimos de un hecho que es evidente y se confirma en cada elección: el IFE renunció a su tarea de garantizar los derechos políticos y democráticos de los ciudadanos. Y esta no es una simple postura política es una realidad. Hoy en México es común la compra de votos; la manipulación de la pobreza con la entrega de despensas y otras dádivas. No hay autoridad que pueda frenar el uso electoral del presupuesto y de los programas sociales públicos. El IFE ni siquiera puede frenar la utilización de dinero sucio hacia algunos partidos políticos y las campañas electorales.
No hay control de las aportaciones privadas a los partidos políticos, fuera de los controles a sus cuentas bancarias. Se ha legalizado el fraude electoral en la medida que nadie castiga el mal uso de recursos públicos, de la manipulación desde los gobiernos corruptos.
Es por ello que amplios sectores de la población desde hace tiempo se han dado a la tarea de reconstruir la vida democrática y civilizada de nuestro país y de restaurar la legitimidad de los gobiernos emanados de los procesos electorales.
Estamos aquí, como integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) a través del Partido del Trabajo, porque estamos convencidos de que la vía democrática, garantiza el cambio pacífico y el establecimiento de un gobierno que responda a las aspiraciones y exigencias del pueblo mexicano.
Estamos aquí como integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) a través del Partido del Trabajo, porque queremos que se cuenten todos los votos y sean los ciudadanos los que decidan el rumbo que debe seguir nuestro país.
Estamos aquí como integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) a través del Partido del Trabajo, convencidos de que si las instituciones electorales no garantizan los derechos democráticos de los ciudadanos, deben ser los ciudadanos mismos los que, de manera organizada, puedan hacer valer la democracia y garantizar el principal derecho democrático: que el voto de los ciudadanos valga, sin importar por quien se vote. Vigilaremos los pasos de la autoridad electoral, de los partidos políticos y de quienes pretendan imponer sus intereses por vías ilegales y antidemocráticas.
Es nuestro compromiso y nuestra convicción. Creemos en la democracia real y estamos dispuestos a aportar todo nuestro esfuerzo para hacerla realidad.
El futuro de México está en manos de sus ciudadanos y las elecciones de 2012 son una gran oportunidad para recuperar el camino democrático. Todo dependerá de lo que hagamos y dejemos de hacer para garantizar el respeto a la voluntad popular. Hoy la exigencia de una democracia verdadera recorre todo el mundo, como camino para que los pueblos puedan resolver sus problemas económicos, de pobreza y exclusión social. Es la hora de los pueblos y de la democracia. Nuestra tarea en estos órganos electorales, insistimos, será vigilar que cumplan con su mandato y garantizar el respeto del voto y de la voluntad popular.
¡felicidades¡ ya nos está haciendo mucha falta este valor civil y democrático. Me parece muy bien esta acción y ánimo compañera no desmayes en la emprsa que hay mucho trabajo que hacer aún es nuestras propias filas existen muchos antidemocráticos que con buenas máscaras se nos han filtrado pero ¡sigamos adelante! y acabemos con ellos. EXCELENTE Y VALIENTE.