¡Presidente,
Presidente, Presidente¡ la palabra ahora tuvo un sentido histórico al ser
pronunciada por miles de ciudadanos reunidos en el Zócalo de la Ciudad de
México. Andrés Manuel López Obrador ya se había presentado en el Congreso de la
Unión por la mañana y había rendido protesta como Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos.
Esa
misma expresión viene a mi memoria pronunciada en 2006 en esta mis Plaza.
Aquella vez por ciudadanos indignados por el fraude electoral. Tengo muy
presente en mis recuerdos a aquella jovencita que gritaba y sollozaba
inconsolable. ¿Estará ella doce años después en esta Plaza?
Por
fin llega a la titularidad del poder ejecutivo federal un ciudadano
identificado con la izquierda. Fueron necesarios 42 años para arribar a este
momento.
En
1976 la izquierda propuso como candidato a Valentín Campa Salazar del Partido
Comunista Mexicano, sin registro electoral, fue una campaña testimonial. En
1982 el candidato fue Arnoldo Martínez Verdugo del Partido Socialista Unificado
de México. Para cerrar su campaña entramos y ocupamos la tarde del 19 de junio
de ese año esta misma plaza. El país reclamaba el aire fresco de la democracia.
En 1988 el Partido Mexicano Socialista postuló como candidato a Heberto
Castillo Martínez y al avanzar la campaña él declino en favor de Cuauhtémoc Cárdenas
Solorzano. Mediante un fraude se impidió a Cárdenas legar a la presidencia. Las
fuerzas de izquierda se siguieron aglutinando dando origen al Partido de la
Revolución Democrática -PRD-. El mismo Cárdenas fue postulado en 1994 y 2000 y
los resultados de las urnas fueron adversos.
Ya
en este siglo, en 2006 fue postulado por el PRD y partidos aliados Andrés
Manuel López Obrador -AMLO-. Otro fraude impidió su arribo a la presidencia. El
resultado oficial de la elección registró una diferencia de 0.52 % de los votos
después de un recuento parcial, además de reconocer el Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación las intervenciones ilegales de grupos
empresariales y del propio presidente. Luego, en 2012 mediante una gran
telenovela montada por Televisa se ocupó la presidencia mediante la
manipulación mediática y la compra de votos. La telenovela terminó pésima ayer.
Hoy
ha asumido la Presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador, quien
triunfo en la elección con el 53 % de los votos. Llega acompañando de una
mayoría en las dos cámaras del Congreso de la Unión y de mayorías en las
legislaturas locales de 19 estados.
Los
sueños de millones de mexicanos que aspiramos a un cambio por la vía
democrática y legitimidad de los votos se está cumpliendo. Está el compromiso
del Presidente de cumplir lo prometido para mejorar las condiciones de vida de
millones de mexicanos, llevados a la pobreza por el sistema económico que se
impuso en las tres últimas décadas. Vamos por una sociedad cada vez más
prospera y memos desigual, donde todos tengan oportunidad de una vida digna y
feliz.
Lo
que se logre será un reconocimiento a todos los mexicanos que murieron, algunos
victimados por el régimen que terminó, luchando por una patria con
oportunidades para todos.
Los
pueblos originarios le entregaron el bastón de mando en una ceremonia en esta
plaza. Luego un extenso discurso del Presidente con las acciones que ya está
emprendiendo su gobierno. Enseguida la fiesta con música y canto en varias de las
lenguas originarias de México. Música, canto y felicidad en muchos rostros.
Encuentro de Pueblos Originarios y Organizaciones Sociales por la Justicia
San Juan Mixtepec -región mixteca de Oaxaca-.
23 demayo de 2015
Un pequeño poblado, una villa -un pueblo como éste-, una ciudad,
una región y el país entero se mueven con energía. Salvo en aquellos poblados
intrincados en serranías de difícil acceso donde el único combustible es la
leña, en todos los demás se utilizan hidrocarburos como el petróleo y el gas
como combustibles para la preparación de los alimentos. En el transporte
terrestre se utilizan gasolinas y en el aéreo turbosinas, todos éstos derivados
del petróleo que se extrae del subsuelo –de la plataforma continental o debajo
del lecho marino-. Para la iluminación, en tanto en los pequeños poblados
recónditos se usa el ocote u otro producto vegetal, en otros el petróleo o la
gasolina, la gran mayoría de la población ilumina sus viviendas con
electricidad. La electricidad también es el impulsor de la maquinaria en la
industria y en los servicios. Así las cosas los grandes impulsores de la vida
moderna son los hidrocarburos y la electricidad.
En este contexto de uso cotidiano de
energéticos para el desarrollo de la vida diaria, éstos adquieren un valor
imprescindible, del que se deriva su carácter estratégico para una Nación. Por
ello las grandes potencias en el mundo aseguran su abastecimiento energético
inclusive provocando guerras a otros países para arrebatarles sus recursos
petrolíferos.
En México, como un logro de la lucha del
pueblo en la Revolución se pudieron rescatar los energéticos que estaban en
poder de empresas extranjeras.
Industria
eléctrica:
El 14 de agosto de 1937, el presidente
General Lázaro Cárdenas del Río decreta la creación de la Comisión Federal de
Electricidad –CFE-, inicialmente para abastecer las necesidades del fluido eléctrico
en poblados que no eran atendidos por las empresas concesionarias. El 27 de
septiembre de 1960 el gobierno de la República anuncia la adquisición de la
mayoría de las acciones de las empresas eléctricas que tenían concesionado el
abastecimiento en áreas urbanas, integrándose todas ellas a la CFE.
Industria
petrolera:
Como consecuencia del litigio entre los
trabajadores petroleros y las empresas extranjeras extractoras de hidrocarburos
y la falta del cumplimiento por parte éstas de la sentencia de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, el mismo presidente Cárdenas decide y anuncia la expropiación
de los bienes de esas empresas el 18 de marzo de 1938, pagándose las
indemnizaciones respectivas con la aportación del pueblo. Hubo quienes
entregaron sus joyas, niños que aportaron sus ahorros, otros entregaron guajolotes
y todo lo que pudieron para ese fin. Así se sentaron las bases para la creación
de Petróleos Mexicanos.
Desde las últimas décadas del siglo XX los
sucesivos gobiernos encabezados por miembros de los partidos Revolucionario
Institucional y Acción Nacional fueron acomodando las leyes para ir
privatizando las industrias eléctrica y petrolera nacionales.
A partir de 1992 se permitió en la Ley del
Servicio Público de Energía Eléctrica la generación de energía eléctrica por
consorcios privados, lo que la Constitución no permitía. No respetaron la ley
suprema de los mexicanos. De la misma manera fueron introduciendo
modificaciones en las leyes relativas a la industria petrolera para el ingreso
de capitales privados a esta industria y por lo tanto generar ganancias a
particulares con bienes que corresponden a la Nación.
Esa secuencia de reformas legales tiene su
punto más crítico al aprobarse reformas al artículo 27 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Fue en diciembre de 2013. Sin atender
la voluntad de millones de mexicanos que no estamos de acuerdo con esas
reformas que permiten la entrega de los recursos energéticos de la Nación –de
todos- a intereses privados, nacionales y extranjeros.
La
Constitución vigente hasta el 20 de diciembre de 2013
Industria eléctrica:
Corresponde exclusivamente a la Nación
generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que
tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se
otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes y
recursos naturales que se requieran para dichos fines.
Hidrocarburos:
Tratándose del petróleo y de los carburos
de hidrogeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radiactivos, no se
otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan
otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los
términos que señale la ley reglamentaria respectiva.
La llamada reforma energética consiste en
una reforma a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución para mutilar la
propiedad de la Nación de los recursos energéticos, cediendo su explotación a
particulares.
Artículo
27 a partir del 20 de diciembre de 2013:
Corresponde
exclusivamente a la Nación la planeación y el control del sistema eléctrico
nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía
eléctrica; en estas actividades no se otorgarán concesiones, sin perjuicio de
que el Estado pueda celebrar contratos con particulares en los términos que
establezcan las leyes, mismas que determinarán la forma en que los particulares
podrán participar en las demás actividades de la industria eléctrica.
Tratándose
del petróleo y de los hidrocarburos sólidos, líquidos o gaseosos, en el
subsuelo, la propiedad de la Nación es inalienable e imprescriptible y no se
otorgarán concesiones. Con el propósito de obtener ingresos para el Estado que
contribuyan al desarrollo de largo plazo de la Nación, ésta llevará a cabo las
actividades de exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos
mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o a través de contratos
con éstas o con particulares, en los términos de la Ley Reglamentaria. Para
cumplir con el objeto de dichas asignaciones o contratos las empresas
productivas del Estado podrán contratar con particulares.
Antes de que se aprobaran estos cambios a
la Constitución, millones de mexicanos y mexicanas nos movilizamos y
solicitamos que se hiciera una consulta pública a todos para decidir el destino
de lo que es de interés nacional. No fuimos escuchados. Se nos ha negado el
derecho a opinar sobre el destino de los recursos energéticos de la Nación y
que pertenecen a todos los mexicanos, de las presentes y futuras generaciones.
Millones de mexicanos firmamos solicitando,
que a la vez de la jornada electoral para elegir diputados el 7 de junio de
2015, se nos consultara sobre la llamada “reforma energética”. Aun cuando la
Constitución establece en su artículo 35 nuestro derecho a la consulta, nos fue
negado el ejercicio de este derecho por decisión del poder judicial. La
institución que debiera ser garante del ejercicio pleno de los derechos de los
mexicanos impide son argucias la consulta directa a todos los ciudadanos y
ciudadanas.
Cuáles
son los perjuicios que pueden causarse a la Nación con estas reformas
constitucionales aprobadas
Al permitir la participación de
particulares, mediante contratos, en la extracción y proceso de hidrocarburos
se estaría compartiendo con ellos la riqueza nacional que es de todos y no hay
razón para ello. En los artículos transitorios del decreto que reforma los
artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, se delinea qué tipos de contratos se
podrán otorgar a particulares: Estos pueden ser: de servicios, de utilidad
compartida, de producción compartida o de licencia. Los primeros ya se han
otorgado, aún al margen del orden constitucional, los segundos –de utilidad
compartida- nos hacen pensar: porqué habría de compartirse la utilidad de la
explotación de un yacimiento de petróleo o de gas, si todo corresponde a la
Nación. Sería ésta una forma de transferencia de la riqueza nacional a
particulares sin ningún sustento. Es el mismo caso de los que se pretenden
denominar contratos de producción compartida, en éstos independientemente de
las utilidades lo que se dividiría es el producto –petróleo o gas- sin haber
razón para entregar una parte de la riqueza de la Nación. En los denominados
contratos de licencia lo que se pretende es esconder mediante este eufemismo
concesiones, lo que está prohibido en la Constitución, ya que es riqueza
nacional.
Con estos contratos lo que se pretende es
privatizar la riqueza nacional en favor de particulares, nacionales y
extranjeros. El argumento que se ha esgrimido es la falta de capital y
tecnología para que la Nación a través de Petróleos Mexicanos –Pemex- realice
la explotación y transformación, mediante la refinación o proceso en la
industria petroquímica y que ese capital y tecnología faltante lo aportarán los
particulares. Este argumento resulta falto de base sólida toda vez que de los
ingresos presupuestales que dispone el gobierno federal un 35% o 40% provienen
de la industria petrolera nacional. Sí esos recursos ya se tienen de la misma
industria que se pretende seguir privatizando no hay justificante para la incursión
de agentes externos al interés nacional. El gobierno federal tiene una gran
déficit de ingresos para las necesidades nacionales, esos ingresos los puede
lograr con una reforma fiscal que grave proporcionalmente a todos según sus percepciones
o utilidades, dejando de mantener un régimen especial que permite un baja
tributación a grandes consorcios con utilidades elevadas y poca contribución al
fisco.
Con la implantación de esta reforma en la
industria petrolera el gobierno federal dejará de recibir y disponer de los
ingresos que pretende compartir con particulares. Se estará entregando parte de
la riqueza de la Nación a particulares.
La generación de electricidad se pretende
seguir privatizando con esta reforma. Después del avance en la privatización de
esta parte del proceso de la industria eléctrica, realizado en contra de lo
establecido en la Constitución, mediante una reforma a la Ley del Servicio
Público de Energía Eléctrica aprobada
por el Pe erre i en 1992, que ha llegado al 35% de la generación de energía
eléctrica que suministra la Comisión Federal de Electricidad –CFE-. Ahora se
pretende que toda la generación de electricidad sea de particulares.
En agosto de 2014 el Congreso de la Unión
aprobó las leyes complementarias de esa llamada “reforma energética”. Se
pretende así consolidar el despojo a la Nación –a todos-.
¿Qué
establece la física?
Un repaso de la física no está fuera de
lugar y permite tener claridad en lo que significa la generación de
electricidad. La energía eléctrica, en forma de corriente alterna como la
utilizamos en México, en las diversas actividades de la sociedad, se genera al
mismo tiempo que se transmite, distribuye y utiliza.
No es posible su almacenamiento en su
modalidad de uso –corriente alterna- en nuestro territorio. La demanda
eléctrica siempre tiene que ser satisfecha por la oferta: la generación. Por
ello la importancia de que un sistema eléctrico opere verticalmente integrado, esto
es en un mismo sistema: generación, transmisión y distribución.
Por otra parte, para el transporte de la
electricidad generada son necesarios conductores, desde donde se genera hasta
donde se utiliza. Este transporte es por líneas y redes. No hay aún transporte
de electricidad de manera inalámbrica.
Un sistema eléctrico es todo un conjunto
operando de manera simultánea en sus componentes. No puede ser de otra manera.
Y tampoco es viable que puedan instalarse dos o más sistemas para que quien la
utiliza pudiese elegir a cuál sistema conectar su instalación eléctrica para su
consumo. La física nos dice que la electricidad –en su forma de corriente
alterna- sólo puede proporcionarse a quien la utiliza teniendo la generación y
el sistema de conducción –líneas de transmisión y redes de distribución-
operando interconectado y al mismo tiempo.
La generación de energía eléctrica,
mediante el aprovechamiento de combustibles fósiles para la producción de calor
y vapor, de las caídas de agua, de la fuerza del viento y alguna otra
modalidad, es la parte inicial y por lo tanto fundamental de la industria
eléctrica. Sí no hay generación no habría electricidad que llevar por el
sistema eléctrico para suministro a viviendas, comercios, servicios e
industria.
La generación es prioritaria para la
seguridad energética. Y la seguridad energética contribuye a la seguridad
nacional. Sí ésta continúa privatizándose se pone en riesgo la seguridad
energética y por lo tanto la seguridad nacional.
Experiencias
negativas de la industria eléctrica privada en otros países
Un caso relativamente reciente es el de
California, donde en el invierno de 2000 – 2001, la capacidad de generación no
fue suficiente para la demanda de electricidad, provocando apagones en una
parte del territorio del país cumbre del capitalismo por la voracidad de los
propietarios de las centrales de generación eléctrica (1).
Otro caso del pasado inmediato: Las
viviendas y comercios de un gran sector de Buenos Aires, la capital argentina,
apagaron sus luces y sus aparatos de aire acondicionado en el verano del
hemisferio sur. Sus ciudadanos salieron a las calles a reclamar que hubiese
electricidad y no la hubo (2).
Hay negocios que de manera exitosa son
operados por inversionistas privados y sus clientes reciben sus productos o
servicios a precios satisfactorios por competitivos, no es el caso de la
electricidad por sus particularidades basadas en la física.
¿El
gas será barato?
El argumento para privatizar la generación
de energía eléctrica es una prolongación de la privatización de los hidrocarburos.
Se dice que se explotarán yacimientos de gas y que con éste se producirá
electricidad para que las tarifas bajen. Ya han privatizado el 35% de la
generación y las tarifas no bajan.
La explotación de yacimientos de gas de
esquisto o gas shale pretenden
hacerla con la inyección de “fluidos al subsuelo” con un método llamado fractura
hidráulica o fracking. Éste es muy
peligroso ya que puede descontrolarse y se estarían contaminando las aguas del
subsuelo. Cito el documento de laAlianza
Mexicana contra el Fracking:
Esta
técnica parte de la perforación de un pozo vertical la cual, una vez alcanzada
la profundidad deseada, viene acompañada de una perforación horizontal que
puede extenderse entre 1 y 1.5 kilómetros. Esta perforación se repite en
diferentes direcciones, partiendo del mismo pozo de perforación vertical
inicial. Una vez hechas las perforaciones, y debido a la baja permeabilidad de
la roca de esquisto, es necesario fracturar la roca con la inyección de una
mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión, para permitir el
flujo y salida del gas. Pero este flujo disminuye muy pronto, por lo cual, para
mantener la producción, es necesario realizar continuamente el procedimiento de
fractura hidráulica en un mismo pozo.
Entre las consecuencias inmediatas del uso
de este método de extracción estarían: Disminución de disponibilidad del agua
para los seres humanos y ecosistemas, contaminación de las fuentes de agua, emisiones
de gases contaminantes,contribuye al
calentamiento global y otras.
Lo que se puede prever es incertidumbre en el precio del
gas y por consecuencia de la energía eléctrica generada a partir de este
combustible.
También debe tenerse en cuenta que al
privatizarse la generación, con la excepción de la de origen nuclear, los
dueños de las centrales de generación querrán una máxima ganancia en el menor
plazo y restringirán la inversión. Y a partir de esto se perdería seguridad de
contar con la capacidad de generación eléctrica oportunamente, corriéndose el
riesgo innecesario de falta de abastecimiento del fluido eléctrico, como ya
sucedió en California en el invierno de 2000 – 2001 y en Buenos Aires en el
último verano, 2013 -2014.
Por estas razones millones de mexicanos no
estamos de acuerdo con las reformas hechas a los artículos 25, 27y 28 de la Constitución.
La
industria energética es de la Nación
Entendemos que el Congreso de la Unión
tiene la facultad de aprobar reformas a la Constitución con la mayoría
calificada de dos terceras partes de los legisladores. También los ciudadanos
tenemos el derecho de opinar sobre los asuntos de interés nacional –artículo 35
de la Constitución-. Y el futuro de la industria energética es de suma
importancia para los mexicanos, de las presentes y futuras generaciones.
Los legisladores actuales y el titular del
poder ejecutivo federal no propusieron en sus respectivas campañas electorales
reformar la Constitución como lo han aprobado. Tampoco hubo propuesta alguna de
los otros candidatos para estos cambios en la Constitución. Por lo tanto
quienes ejercen los poderes ejecutivo y legislativo de la República no tienen
mandato alguno para esta reforma y la hicieron en contra de la opinión
mayoritaria de la ciudadanía. A todos los mexicanos atañe el derecho de opinar
sobre esa reforma. Queremos que se nos consulte sobre su pertinencia o no. Y
nos pronunciaremos por que prevalezca el interés de la Nación –el interés de
todos los mexicanos- por encima de cualquier interés particular o privado.
Como las autoridades nacionales nos han
negado el ejercicio del derecho a la consulta sobre la llamada “reforma
energética”, nos queda como recurso el voto. El 7 de junio de 2015 acudiremos a
las urnas a depositar nuestro sufragio. Es el momento, quizá único, que tenemos
de oportunidad para votar por alternativas pacíficas para que podamos iniciar
el cambio de rumbo y el rescate de los recursos nacionales para propiciar la
transformación de México.
Texto guía de la participación de Eleonaí Rivera en el
foro La Importancia del Sector Energético
para el Desarrollo de México,
organizado por el Movimiento Regeneración Nacional
esta tarde - noche en la explanada municipal de Salina Cruz, Oaxaca.
Un pequeño poblado, una villa, una
ciudad, una región y el país entero se mueven con energía. Salvo en aquellos
poblados intrincados en serranías de difícil acceso donde el único combustible
es la leña, en todos los demás se utilizan hidrocarburos como el petróleo y el
gas como combustibles para la preparación de los alimentos. En el transporte
terrestre se utilizan gasolinas y en el aéreo turbosinas, todos éstos derivados
del petróleo que se extrae del subsuelo –de la plataforma continental o debajo
del lecho marino-. Para la iluminación, en tanto en los pequeños poblados
recónditos se usa el ocote u otro producto vegetal, en otros el petróleo o la
gasolina, la gran mayoría de la población ilumina sus viviendas con
electricidad. La electricidad también es el impulsor de la maquinaria en la
industria y en los servicios. Así las cosas los grandes impulsores de la vida
moderna son los hidrocarburos y la electricidad.
La
Constitución vigente hasta el 20 de diciembre de 2013
Industria eléctrica:
Corresponde exclusivamente a la Nación
generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que
tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se
otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes y
recursos naturales que se requieran para dichos fines.
Hidrocarburos:
Tratándose del petróleo y de los carburos
de hidrogeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radiactivos, no se
otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan
otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos
que señale la ley reglamentaria respectiva.
La llamada reforma energética, hasta
ahora consiste en una reforma a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución
para mutilar la propiedad de la Nación de los recursos energéticos, cediendo su
explotación a particulares.
Artículo
27 a partir del 20 de diciembre de 2013:
Corresponde
exclusivamente a la Nación la planeación y el control del sistema eléctrico
nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía
eléctrica; en estas actividades no se otorgarán concesiones, sin perjuicio de
que el Estado pueda celebrar contratos con particulares en los términos que
establezcan las leyes, mismas que determinarán la forma en que los particulares
podrán participar en las demás actividades de la industria eléctrica.
Tratándose
del petróleo y de los hidrocarburos sólidos, líquidos o gaseosos, en el
subsuelo, la propiedad de la Nación es inalienable e imprescriptible y no se
otorgarán concesiones. Con el propósito de obtener ingresos para el Estado que
contribuyan al desarrollo de largo plazo de la Nación, ésta llevará a cabo las
actividades de exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos
mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o a través de contratos
con éstas o con particulares, en los términos de la Ley Reglamentaria. Para
cumplir con el objeto de dichas asignaciones o contratos las empresas
productivas del Estado podrán contratar con particulares.
Antes de que se aprobaran estos cambios
a la Constitución, millones de mexicanos y mexicanas nos movilizamos y
solicitamos que se hiciera una consulta pública a todos para decidir el destino
de lo que es de interés nacional. No fuimos escuchados. Se nos ha negado el
derecho a opinar sobre el destino de los recursos energéticos de la Nación y
que pertenecen a todos los mexicanos, de las presentes y futuras generaciones.
Cuáles
son los perjuicios que pueden causarse a la Nación con estas reformas
constitucionales aprobadas
Al permitir la participación de
particulares, mediante contratos, en la extracción y proceso de hidrocarburos
se estaría compartiendo con ellos la riqueza nacional que es de todos y no hay
razón para ello. En los artículos transitorios del decreto que reforma los
artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, se delinea qué tipos de contratos se
podrán otorgar a particulares: Estos pueden ser: de servicios, de utilidad
compartida, de producción compartida o de licencia. Los primeros ya se han
otorgado, aún al margen del orden constitucional, los segundos –de utilidad
compartida- nos hacen pensar: porqué habría de compartirse la utilidad de la
explotación de un yacimiento de petróleo o de gas, si todo corresponde a la
Nación. Sería ésta una forma de transferencia de la riqueza nacional a
particulares sin ningún sustento. Es el mismo caso de los que se pretenden
denominar contratos de producción compartida, en éstos independientemente de
las utilidades lo que se dividiría es el producto –petróleo o gas- sin haber
razón para entregar una parte de la riqueza de la Nación. En los denominados
contratos de licencia lo que se pretende es esconder mediante este eufemismo
concesiones, lo que está prohibido en la Constitución, ya que es riqueza
nacional.
Con estos contratos lo que se pretende
es privatizar la riqueza nacional en favor de particulares, nacionales y
extranjeros. El argumento que se ha esgrimido es la falta de capital y
tecnología para que la Nación a través de Petróleos Mexicanos –Pemex- realice
la explotación y transformación, mediante la refinación o proceso en la
industria petroquímica y que ese capital y tecnología faltante lo aportarán los
particulares. Este argumento resulta falto de base sólida toda vez que de los
ingresos presupuestales que dispone el gobierno federal un 35% o 40% provienen
de la industria petrolera nacional. Sí esos recursos ya se tienen de la misma
industria que se pretende seguir privatizando no hay justificante para la incursión
de agentes externos al interés nacional. El gobierno federal tiene una gran
déficit de ingresos para las necesidades nacionales, esos ingresos los puede
lograr con una reforma fiscal que grave proporcionalmente a todos según sus percepciones
o utilidades, dejando de mantener un régimen especial que permite un baja
tributación a grandes consorcios con utilidades elevadas y poca contribución al
fisco.
Con la implantación de esta reforma en
la industria petrolera el gobierno federal dejará de recibir y disponer de los
ingresos que pretende compartir con particulares. Se estará entregando parte de
la riqueza de la Nación a particulares.
La generación de electricidad se
pretende seguir privatizando con esta reforma. Después del avance en la
privatización de esta parte del proceso de la industria eléctrica, realizado en
contra de lo establecido en la Constitución, mediante una reforma a la Ley del
Servicio Público de Energía Eléctrica aprobada
por el Pe erre i en 1992, que ha llegado al 35% de la generación de energía
eléctrica que suministra la Comisión Federal de Electricidad –CFE-. Ahora se
pretende que toda la generación de electricidad sea de particulares.
¿Qué
establece la física?
Un repaso de la física no está fuera de
lugar y permite tener claridad en lo que significa la generación de
electricidad. La energía eléctrica, en forma de corriente alterna como la
utilizamos en México, en las diversas actividades de la sociedad, se genera al
mismo tiempo que se transmite, distribuye y utiliza.
No es posible su almacenamiento en su
modalidad de uso –corriente alterna- en nuestro territorio. La demanda
eléctrica siempre tiene que ser satisfecha por la oferta: la generación. Por
ello la importancia de que un sistema eléctrico opere verticalmente integrado, esto
es en un mismo sistema: generación, transmisión y distribución.
Por otra parte, para el transporte de la
electricidad generada son necesarios conductores, desde donde se genera hasta
donde se utiliza. Este transporte es por líneas y redes. No hay aún transporte
de electricidad de manera inalámbrica.
Un sistema eléctrico es todo un conjunto
operando de manera simultánea en sus componentes. No puede ser de otra manera.
Y tampoco es viable que puedan instalarse dos o más sistemas para que quien la
utiliza pudiese elegir a cuál sistema conectar su instalación eléctrica para su
consumo. La física nos dice que la electricidad –en su forma de corriente
alterna- sólo puede proporcionarse a quien la utiliza teniendo la generación y
el sistema de conducción –líneas de transmisión y redes de distribución-
operando interconectado y al mismo tiempo.
La generación de energía eléctrica,
mediante el aprovechamiento de combustibles fósiles para la producción de calor
y vapor, de las caídas de agua, de la fuerza del viento y alguna otra
modalidad, es la parte inicial y por lo tanto fundamental de la industria
eléctrica. Sí no hay generación no habría electricidad que llevar por el
sistema eléctrico para suministro a viviendas, comercios, servicios e
industria.
La generación es prioritaria para la
seguridad energética. Y la seguridad energética contribuye a la seguridad
nacional. Sí ésta continúa privatizándose se pone en riesgo la seguridad
energética y por lo tanto la seguridad nacional.
Experiencias
negativas de la industria eléctrica privada en otros países
Un caso relativamente reciente es el de
California, donde en el invierno de 2000 – 2001, la capacidad de generación no
fue suficiente para la demanda de electricidad, provocando apagones en una
parte del territorio del país cumbre del capitalismo por la voracidad de los
propietarios de las centrales de generación eléctrica (1).
Otro caso del pasado inmediato: Las
viviendas y comercios de un gran sector de Buenos Aires, la capital argentina,
apagaron sus luces y sus aparatos de aire acondicionado en el verano del
hemisferio sur. Sus ciudadanos salieron a las calles a reclamar que hubiese
electricidad y no la hubo (2).
Hay negocios que de manera exitosa son
operados por inversionistas privados y sus clientes reciben sus productos o
servicios a precios satisfactorios por competitivos, no es el caso de la
electricidad por sus particularidades basadas en la física.
¿El
gas será barato?
El argumento para privatizar la
generación de energía eléctrica es una prolongación de la privatización de los
hidrocarburos. Se dice que se explotarán yacimientos de gas y que con éste se
producirá electricidad para que las tarifas bajen. Ya han privatizado el 35% de
la generación y las tarifas no bajan.
La explotación de yacimientos de gas de
esquisto o gas shale pretenden
hacerla con la inyección de “fluidos al subsuelo” con un método llamado fractura
hidráulica o fracking. Éste es muy
peligroso ya que puede descontrolarse y se estarían contaminando las aguas del
subsuelo. Cito el documento de laAlianza
Mexicana contra el Fracking:
Esta
técnica parte de la perforación de un pozo vertical la cual, una vez alcanzada
la profundidad deseada, viene acompañada de una perforación horizontal que
puede extenderse entre 1 y 1.5 kilómetros. Esta perforación se repite en
diferentes direcciones, partiendo del mismo pozo de perforación vertical
inicial. Una vez hechas las perforaciones, y debido a la baja permeabilidad de
la roca de esquisto, es necesario fracturar la roca con la inyección de una mezcla
de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión, para permitir el flujo
y salida del gas. Pero este flujo disminuye muy pronto, por lo cual, para
mantener la producción, es necesario realizar continuamente el procedimiento de
fractura hidráulica en un mismo pozo.
Entre las consecuencias inmediatas del
uso de este método de extracción estarían: Disminución de disponibilidad del
agua para los seres humanos y ecosistemas, contaminación de las fuentes de
agua, emisiones de gases contaminantes,contribuye
al calentamiento global y otras. Puede consultarse información detallada en el sitio de la
Alianza
Mexicana contra el Fracking - http://www.nofracking.radicaldesign.org/ -
Lo que se puede prever es incertidumbre en el precio del
gas y por consecuencia de la energía eléctrica generada a partir de este
combustible.
También debe tenerse en cuenta que al
privatizarse la generación, con la excepción de la de origen nuclear, los
dueños de las centrales de generación querrán una máxima ganancia en el menor
plazo y restringirán la inversión. Y a partir de esto se perdería seguridad de
contar con la capacidad de generación eléctrica oportunamente, corriéndose el
riesgo innecesario de falta de abastecimiento del fluido eléctrico, como ya
sucedió en California en el invierno de 2000 – 2001 y en Buenos Aires en el
último verano, 2013 -2014.
Por estas razones millones de mexicanos
no estamos de acuerdo con las reformas hechas a los artículos 25, 27y 28 de la
Constitución.
La
industria energética es de la Nación
Entendemos que el Congreso de la Unión
tiene la facultad de aprobar reformas a la Constitución con la mayoría
calificada de dos terceras partes de los legisladores. También los ciudadanos
tenemos el derecho de opinar sobre los asuntos de interés nacional –artículo 35
de la Constitución-. Y el futuro de la industria energética es de suma
importancia para los mexicanos, de las presentes y futuras generaciones.
Los legisladores actuales y el titular
del poder ejecutivo federal no propusieron en sus respectivas campañas
electorales reformar la Constitución como lo han aprobado. Tampoco hubo
propuesta alguna de los otros candidatos para estos cambios en la Constitución.
Por lo tanto quienes ejercen los poderes ejecutivo y legislativo de la
República no tienen mandato alguno para esta reforma. Por ello a todos los
mexicanos atañe el derecho de opinar sobre esa reforma. Queremos que se nos
consulte sobre su pertinencia o no. Y nos pronunciaremos por que prevalezca el
interés de la Nación –el interés de todos los mexicanos- por encima de
cualquier interés particular o privado.
Texto ampliado del publicado el 15 de agosto en este blog
y guía de la participación en el
Foro en Defensa de los Energéticos
organizado por el Movimiento Regeneración Nacional
hoy al mediodía en el Parque Morelos de Oaxaca de Juárez.
Eleonaí Rivera
Antecedentes
La electricidad empezó a utilizarse en México para fines industriales. La primera planta de generación se instaló en León, Gto. en 1879 en una industria textil. Durante el régimen de Porfirio Díaz se dio a la industria eléctrica el carácter de servicio público y se otorgaron concesiones que cubrieron los principales centros urbanos a población de altos recursos económicos. En 1900 la capacidad instalada de generación era de 31 MW y al inicio de la Revolución Mexicana, en 1910, esa capacidad era de 50 MW. Transcurrieron las tres primeras décadas del siglo XX y la capacidad de generación creció. En 1937 la población mayoritaria del país, 62%, vivía en el medio rural y no contaba con el servicio de energía eléctrica, siendo entonces la capacidad de generación de 629 MW
Fundación de la CFE
El 14 de agosto de 1937 el entonces Presidente de la República, General Lázaro Cárdenas del Río, emitió el decreto que dio lugar a la fundación de la Comisión Federal de Electricidad cuyo objeto era: organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, basado en principios técnicos y económicos, sin propósitos de lucro y con la finalidad de obtener con un costo mínimo, el mayor rendimiento posible en beneficio de los intereses generales. Ya han transcurrido 76 años desde que ese hecho marcó un hito en la historia nacional y contribuyó el progreso de México al permitir llevar el fluido eléctrico a poblaciones, luego rancherías, iluminando las noches y el futuro de varias generaciones de mexicanos. También fueron los cimientos para la construcción de centrales de generación de electricidad, primero pequeñas y luego gigantes, líneas de transmisión y redes de distribución. Toda la infraestructura eléctrica que actualmente cubre, ilumina y mueve a México. Una de las primeras centrales de generación construidas por CFE se instaló en Xia, Oaxaca.
Nacionalización de la industria eléctrica
El 27 de septiembre de 1960, el presidente de entonces, Adolfo López Mateos, anunció a la Nación que el Estado mexicano había adquirido la mayoría de las acciones de las empresas que tenían concesiones para el suministro de energía eléctrica en centros urbanos e industriales del país. Atendiendo así a las exigencias de mejora del suministro eléctrico que con deficiencias esas empresas prestaban a cambio de tarifas elevadas. Este segundo acto del gobierno permitió a nuestro país conformar el Sistema Eléctrico Nacional operando a una sola frecuencia, de 60 ciclos por segundo, e interconectando las distintas regiones que permiten tener un sistema robusto que funciona de manera continua. Así operan centrales de generación, líneas de transmisión y redes de distribución que llegan a todas las latitudes de México proporcionando electricidad a 97% del total de la población.
A inicios del año 2000 se tenía ya una capacidad instalada de generación de 35,385 MW, cobertura del servicio eléctrico del 94.7% a nivel nacional, una red de transmisión y distribución de 614,653 kilómetros, lo que equivale a más de 15 vueltas completas a la Tierra y más de 18.6 millones de usuarios, incorporando casi un millón cada año.
Reforma anticonstitucional, privatizadora de la generación de electricidad de 1992
En 1992 una exigua mayoría del PRI en el Congreso de la Unión y a iniciativa del entonces titular del poder ejecutivo federal, Carlos Salinas de Gortari, modificó de manera anticonstitucional la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica –LSPEE- Así se introdujeron figuras denominadas eufemísticamente: Productores independientes, además de Autoabastecimiento, Importación y Exportación, actividades todas ellas de generación de energía eléctrica que la Constitución en su artículo 27 reserva para la Nación. Esta reforma anticonstitucional a la LSPEE ha permitido que empresas privadas, principalmente extranjeras, tengan instaladas centrales de generación cuya producción en el primer semestre de 2013 fue el 35% del total que la CFE distribuyó en todo el país.
¿Qué establece la física?
Un repaso de la física no está fuera de lugar y permite tener claridad en lo que significa la generación de electricidad. La energía eléctrica se utiliza, en las diversas actividades de la sociedad, al mismo tiempo que se genera, se transmite y se distribuye. No es posible su almacenamiento en su modalidad de uso –la corriente alterna- en nuestro territorio. La demanda eléctrica siempre tiene que ser satisfecha por la oferta: la generación. Por ello la importancia de que un sistema eléctrico opere de manera verticalmente integrado, esto es en un mismo sistema: la generación, la transmisión y la distribución. Por otra parte, para el transporte de la electricidad generada son necesarios conductores, desde donde se genera hasta donde se utiliza. Este transporte es por líneas y redes. No hay aún transporte de electricidad de manera inalámbrica. Por ello un sistema eléctrico es todo un conjunto operando de manera simultánea en sus componentes.
No puede ser de otra manera. Y tampoco es viable que puedan instalarse dos o más sistemas para que quien la utiliza pudiese elegir a cuál sistema conectar su instalación eléctrica para su consumo. La física nos dice que la electricidad –en su forma de corriente alterna- sólo puede proporcionarse a quien la utiliza teniendo la generación y el sistema de conducción –líneas transmisión y redes de distribución- operando interconectado y al mismo tiempo.
La reforma propuesta por el gobierno federal en 2013
El Congreso de la Unión ha recibido del titular del Poder Ejecutivo Federal una iniciativa de reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos –nuestra Ley Suprema- para que las centrales de generación de energía eléctrica para el servicio público dejen de ser exclusivas del Estado mexicano. Tal propuesta implica desmembrar al Sector Eléctrico Nacional de su componente básico: la generación de electricidad. Tal generación no sólo es un procesos industrial es una acción básica para la seguridad energética de la Nación y por lo tanto de la seguridad nacional.
Pretender la separación de la generación de electricidad y privatizar esta parte del sector eléctrico, como lo propone el gobierno federal es un retroceso. Es un retroceso porque los propietarios de cada central de generación o grupo de éstas buscarían solamente su interés particular, su máxima utilidad económica, sin importarles el interés general, provocando costos de regulación en los que no se incurre ahora, sin que esa regulación –técnica y económica- contenga las ambiciones de ganancia ilimitada de los posibles inversionistas. Un caso relativamente reciente es el de California, donde en el invierno de 2000 – 2001, la capacidad de generación no fue suficiente para la demanda de electricidad, provocando apagones en una parte del territorio del país cumbre del capitalismo por la voracidad de los propietarios de las centrales de generación eléctrica (1). Hay negocios que de manera exitosa son operados por inversionistas privados y sus clientes reciben sus productos o servicios a precios satisfactorios por competitivos, no es el caso de la electricidad por sus particularidades basadas en la física.
Por ello no es aceptable el cambio propuesto a la Constitución que pretende establecer: Corresponde exclusivamente a la Nación el control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica; en dichas actividades no se otorgarán concesiones, sin perjuicio de que el Estado pueda celebrar contratos con particulares en los términos que establezcan las leyes, mismas que determinarán la forma en que podrán participar en las demás actividades de la industria eléctrica.
La electricidad es uno de los pilares básicos de la Nación
La única forma de mejorar el suministro de energía eléctrica, abatir sus costos a los mexicanos y sus empresas, es fortaleciendo a la Comisión Federal de Electricidad, disminuyendo hasta la eliminación las pérdidas de energía no técnicas –robo de energía-, eliminando la corrupción, transformado el parque de generación mediante el uso eficiente de los recursos no renovables que pertenecen a la Nación y cambiando hacia el uso de fuente primarias de energía renovables, con las innovaciones tecnológicas. Manteniendo su integración vertical: Generación – Transmisión – Distribución- y horizontal –todo el territorio nacional-.
La Comisión Federal de Electricidad -CFE-debe ser dotada de las bases legales para que puedan ingresar a ese organismo quienes tengan el deseo y la aptitud para trabajar allí. Las plantillas laborales deben ser sólo las necesarias para su operación eficiente. Deben eliminarse las canonjías que actualmente tienen las organizaciones sindicales de proponer quienes pueden ingresar a laborar en CFE.
Por ello es mejor, como lo establece la Constitución vigente en su artículo 27:
CORRESPONDE EXCLUSIVAMENTE A LA NACION GENERAR, CONDUCIR, TRANSFORMAR, DISTRIBUIR Y ABASTECER ENERGIA ELECTRICA QUE TENGA POR OBJETO LA PRESTACION DE SERVICIO PUBLICO. EN ESTA MATERIA NO SE OTORGARAN CONCESIONES A LOS PARTICULARES Y LA NACION APROVECHARA LOS BIENES Y RECURSOS NATURALES QUE SE REQUIERAN PARA DICHOS FINES.
También se requiere que el Congreso de la Unión derogue las modificaciones a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica LSPEE que son anticonstitucionales y fueron aprobadas en 1992 por los legisladores del Pe erre i a iniciativa del entonces titular del poder ejecutivo federal, Carlos Salinas de Gortari.
La reforma pretendida con la iniciativa que se ha ingresado al Congreso de la Unión el 14 de agosto de 2013, no atraerá ninguna inversión adicional, ni permitirá crear ningún empleo, lo que se pretende es cubrir la reforma de la LSPEE de 1992, que es anticonstitucional. Las centrales de generación eléctrica necesarias para satisfacer la demanda de todo el territorio nacional ya existen, algunas son privadas -contra lo establecido en la Constitución-. No debemos permitir el engaño.
La Electricidad es un área estratégica
La Constitución vigente establece como un área estratégica, y por tanto sus actividades deben ser desarrolladas por el Estado mexicano, a la electricidad. Sin otorgar concesiones, permisos u otros títulos similares para que personas o empresas privadas realicen tales actividades. Por ello no es aceptable la modificación que propone el gobierno federal al Artículo 28 de la Constitución:… No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; minerales radioactivos y generación de energía nuclear; y las actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión. La comunicación vía satélite y los ferrocarriles son áreas prioritarias para el desarrollo nacional en los términos del artículo 25 de esta Constitución; el Estado al ejercer en ellas su rectoría, protegerá la seguridad y la soberanía de la Nación, y al otorgar concesiones o permisos mantendrá o establecerá el dominio de las respectivas vías de comunicación de acuerdo con las leyes de la materia. Tratándose de electricidad, petróleo y demás hidrocarburos, se estará a lo dispuesto por el artículo 27 párrafo sexto de esta Constitución.
Y debe prevalecer el Artículo 28 como ya lo establece nuestra Constitución vigente:
NO CONSTITUIRAN MONOPOLIOS LAS FUNCIONES QUE EL ESTADO EJERZA DE MANERA EXCLUSIVA EN LAS SIGUIENTES AREAS ESTRATEGICAS: CORREOS, TELEGRAFOS Y RADIOTELEGRAFIA; PETROLEO Y LOS DEMAS HIDROCARBUROS; PETROQUIMICA BASICA; MINERALES RADIOACTIVOS Y GENERACION DE ENERGIA NUCLEAR; ELECTRICIDAD Y LAS ACTIVIDADES QUE EXPRESAMENTE SEÑALEN LAS LEYES QUE EXPIDA EL CONGRESO DE LA UNION. LA COMUNICACION VIA SATELITE Y LOS FERROCARRILES SON AREAS PRIORITARIAS PARA EL DESARROLLO NACIONAL EN LOS TERMINOS DEL ARTICULO 25 DE ESTA CONSTITUCION; EL ESTADO AL EJERCER EN ELLAS SU RECTORIA, PROTEGERA LA SEGURIDAD Y LA SOBERANIA DE LA NACION, Y AL OTORGAR CONCESIONES O PERMISOS MANTENDRA O ESTABLECERA EL DOMINIO DE LAS RESPECTIVAS VIAS DE COMUNICACION DE ACUERDO CON LAS LEYES DE LA MATERIA.
El gobierno federal a través de sus voceros, su propio partido –Pe erre i- y su partido aliado, Acción Nacional, pretenden mediante un despliegue en los medios y con una mercadotecnia apabullante convencer a los mexicanos con engaños. Cuentan entre sus aliados a las televisoras y estaciones de radio, que operan con concesiones otorgadas por el mismo gobierno, y también el apoyo y complicidad de otros medios. El dirigente del Pe erre i ha expresado que se debe debatir con datos y no con mitos. Aquí se han dado algunos datos que desmienten los supuestos beneficios de la reforma propuesta, esa si basada en los mitos del mercado neoliberal.