El porqué estudie para convertirme en médico, es una de las preguntas más frecuentes que he tenido que contestar. En estos momentos puedo responder que me gustaba imaginarme sentada resolviendo un acertijo, y dándole solución al mismo. Para mi el médico es y será un ente que escucha, analiza y da soluciones. Soy demasiado analítica y racional en mi profesión; fuera del romanticismo que cubre a mi gremio con respecto a salvar vidas , la solidaridad y ser vistos como héroes; también existimos los que somos lo que somos por la emoción de ser... solo y nada más eso, y considero que también es válido.
Conforme fueron transcurriendo los años de desvelos y encierro con el idioma médico, caí en la cuenta que elegí bien, pero también elegí una vida de aprendizaje continuo, de actualización obligada, esta última determinada por capacitación individual o por realización de una Especialidad Médica, Sub-Especialidad, Maestría, Doctorado y Adiestramiento (Diplomados).
Odio las comparaciones, ubiquémonos pues, estamos en un México, donde en la actualidad ser Médico General es estar destinado a ser un desempleado institucional. Siendo realistas la institucionalidad representa la posibilidad (que estamos a punto de perder) de recibir una pensión cuando nuestros sentidos estén en decadencia, cuando seamos (como médicos) más peligrosos que benéficos. La institucionalidad también nos brinda la posibilidad de atención médica a nuestros familiares así como a nosotros mismos (esta prestación que también es conocida por sus deficiencias). Conozco muy pocos galenos sin especialidad que viven (bien) o mal-viven de sus consultas privadas.
Trabajar en provincia como Médico General es más un estereotipo soñador que una realidad en este nuestro país; no se diga como Especialista en estados de la república mexicana donde los servicios básicos están ausentes. Escuche las entrevistas realizadas a algunos médicos con respecto a la venta del examen nacional de residencias médicas, donde decían que durante la carrera les vendían la idea de que el Médico General no obtendría trabajo y superación si no se convertía en especialista, que el Médico General es necesario ya que algunos súper especialistas han olvidado curar una diarrea o una simple gripe.
Para los que no lo saben, debo decirles que en la actualidad para obtener una plaza de Médico General es necesario terminar y tener un diploma de Especialista en Medicina Familiar. Si, como lo oyen, por eso al escuchar las entrevistas me entró un dolor abdominal de furia, por la des-información y deformación. Si me preguntan si estoy de acuerdo con esto último mencionado, les diré que SI.
Estoy de acuerdo que un médico general se especialice en medicina familiar, y que así como a los demás especialistas les exijan actualización, certificación y re-certificación. En lo que no estoy de acuerdo es colocar como pretexto de corrupción a la superación. Conforme los años han transcurrido, las plazas de residencia médica han ido disminuyendo, así por consecuencia ha disminuido la posibilidad de ingreso, y la competitividad es más voraz, es lógico; lo que no es aceptable es asegurar un pase con la compra de un examen.
Nuevamente se presenta esa enfermedad contagiosa que padecemos muchos mexicanos, contra la cual las vacunas actuales han casi perdido la batalla. Si un médico rural, especializado en medicina familiar, contara con un área adaptable con insumos suficientes para brindar atención adecuada a sus pacientes, con la posibilidad de traslado a hospitales de segundo y tercer nivel cuando fuera necesario, y con un sueldo que cumpla con sus expectativas, ese día creo que muchos pensarían como opción la quimérica actitud de ser galenos de pueblos chicos.
FIRMA: Yo merita
Etiquetas: corrupción, Médicos
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