Hola amigos, me ha costado mucho volver por estos lares, después de las vacaciones y no solo eso, mucho trabajo que me llama y que no puedo soslayar, asi las cosas. Quisiera compartir con ustedes algunas inquietudes que me han surgido en los últimos dias y a través de lecturas de algunas noticias en México y en el mundo.
El primer tema que quiero tratar es mi posición como mexicana en el extranjero, cuales son mis reflexiones y sentimientos hacia mi país y mis compatriotas.
Normalmente me he considerado mas ciudadana del mundo que mexicana, no me gustan los patriotismos, ni nacionalismos, sin embargo, me duele mucho lo que pasa con mi país, porque ante todo odio las injusticias y estoy en contra de todo aquello que vaya en contra de nuestro desarrollo como humanidad.
Al llegar a vivir a europa, primero a España y luego a Suecia, recuperé muchas cosas, que como ser humano, habia perdido en mi país, primero que nada, la honestidad, si, es un valor que defendí con capa y espada cuando vivi en México, porque fué un valor enseñado a la exageración por mis padres, pero que de nada sirvió en la práctica, ser honesto en México, significa ser tonto, si, es vivo e inteligente aquel que sabe engañar, engatuzar, corromperse. Para mi fué dificil crecer en ese medio, e ir contra la corriente en México es muy dificil, tengo que admitir que en algunos momentos de mi vida tuve que doblegarme, porque no quedaba de otra, tuve que doblegar mis pensamientos, esconderlos, algunas veces, de lo contrario me acarreaba problemas, tan solo decir que era de izquierda o que las cosas estaban mal porque el gobierno es corrupto, era simple y sencillamente ponerme la soga al cuello. Si, debo admitir que también conocí gente valiosa, pero fueron los menos, desafortunadamente.
Leyendo un artículo de Javier Marías,
"La peligrosa sensación de estafa circundante" del cual no hablaré de su persona y tendencias antifeministas, debo admitir que en general me gustan algunas de sus reflexiones, ideas que a mi me han pasado por la cabeza pero no he sabido como redondearlas, el escritor explica muy bien en este artículo, el por qué un ciudadano común en este caso en España, pero yo lo extrapolaré a México, no puede confiar nisiquiera en su vecino, y que el hecho de vivir en la total indefención, sin leyes que nos protegan, porque aunque existen, están ahi, nadamas sobre papel, y donde el gobierno en contubernio con los empresarios se dedican a estafarnos, a robarnos a violentarnos cada dia, es normal, si, que la gente común que forma la sociedad también se dedique a estafar, defraudar, corromper cuando se pueda. Con esto no estoy diciendo que sea bueno que la sociedad adopte esa actitud, pero si el gobierno que está para ayudarnos, para protegernos (si, aunque a algunos no les guste ese término), para ayudarnos a desarrollar en las mejores condiciones dentro de nuestro propio país, no lo hace y al contrario actúa en contra nuestra, es normal, como lo mencioné antes que nuestro vecino se convierta en un ser peligroso para nosotros, que en la calle no estemos seguros, que la gente quiera abandonar el país, que muchos no quieran siquiera pensar en política y se aferren a sus pocos o muchos bienes, pensando que a ellos esto no les perjudica, si, todo esto es normal, pero como bien concluye Javier Marias, que no se le olvide a los políticos y a los gobiernos la historia, que este tipo de situaciones de vejaciones, desconfianza, explotación prolongada son las que tarde o temprano conducen a los ciudadanos a la rebelión, motines y violencia. En México está pasando algo asi, aun cuando Carlos Slim, estúpidamente afirme que México es como un corcho, que pase lo que pase no se hunde.
Que tengan un buen dia.